Leo que van a suspender tres fechas a Aquivaldo Mosquera (América) por pegarle a Romero (Morelia) en una jugada que el árbitro no vio. No la vio y no la sancionó. Pero las cámaras de la tele sí, y el presidente del Morelia se quejó. No es la primera vez que se usa en México este curioso sistema de arbitraje por televisión. En 2006, jugaban en el Universtario, Tigres y América. En un forcejeo al entrar al área Cubero (Tigres) le da un par de golpes a Blanco (América). Blanco contesta y el árbitro lo sanciona con amonestación (debió echarlo). El lunes suspendieron a Cubero tres partidos, y por haberle pegado al héroe de la selección y de Televisa, a partir de entonces nadie le quitó el sambenito a Cubero de rijoso y violento. En aquel momento nadie protestó. En todas partes se decía que era mejor sancionar a posteriori, con la repetición a la vista de lo que el árbitro no podía ver. El golpe de Cubero fue registrado desde una cámara situada atrás de la portería, una perspectiva que ningún árbitro del mundo puede tener.
Ahora, en cambio, Rafael Ocampo en el Milenio dice que deben sancionar también a Romero, por provocar a Mosquera. Muy bien. Pero sustituir al árbitro con la televisión suena peligroso. No se dan cuenta que en México la televisión es todo menos que imparcial. La sanción de Mosquera se da en el partido que enfrentó el domingo a América y Morelia, es decir, Televisa y Azteca. El que tiene el verdadero poder es el señor que edita las jugadas, el productor de la transmisión que ve todo lo que las cámaras emplazadas en el estadio reproducen. Él será el nuevo juez que impartirá justicia instalado desde su panóptico virtual.
Tal vez porque la justicia en México está tan devaluada, se puede aceptar más fácil que la televisión sea el sustituto del juez. Se quiere limpiar con posterioridad, luego de que el juego acabó, la injusticia de un árbitro basados en lo que muestra la tele. La idea viene viciada de origen. Que yo sepa, quizá por eso las sanciones de jugadores a partir de las tomas de televisión ocurren sólo en México.
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