
Las recientes declaraciones de la secretaria de estado de los Estados Unidos pone en circulación de nuevo la vieja cuestión de si México se parece a la Colombia de principios de los noventa, proceso violento que por pereza los medios mexicanos dieron en llamar la "colombianización" de México. Sobre esta cuestión conviene leer las ideas de John Womack, el historiador norteamericano, expresadas hace nada menos que 40 años en Plural la revista entonces dirigida por Octavio Paz en el Excélsior de Julio Scherer:
Me gustaría sugerir dos reglas prácticas para la interpretación de la política mexicana, que quizás pueden considerar las personans que se proponen actuar en la política mexicana. Una es que si los Estados Unidos se mantienen en su actual organización económica y política, con su ejército tan autónomo y tan corrompido como en la actualidad, México debe pagar por la poca o mucha independencia que todavía retiene, privándose de una actividad política verdaderamente liberal, con disentimiento real, y verdadera lucha por el poder, desarrollándose éstas a la luz pública y pacíficamente. Es decir, mientras los Estados Unidos sigan siendo lo que son, la conservación de la soberanía mexicana requiere de una política bien cerrada y autoritaria. Este me parece un panorama gris y deprimente, pero sin embargo cierto. Creo que la política mexicana podría abrirse hasta cierto punto sin gran riesgo. Pero también creo que los Estados Unidos, tal y como son actualmente, limitan seriamente la posibilidad de nuevas libertades para los mexicanos dentro de México. Consideren ustedes lo que probablemente sucedería si los Estados Unidos siguieran como están y México llegara a ser mucho más liberal y tuviera una actividad política más libre. Creo que es probable que el ala derecha surgiría tan rápidamente y con tanta fuerza como la izquierda. De hecho, dados los intereses norteamericanaos en México, me parece que un partido de derecha en México pronto encontraría apoyo, incluso apoyo financiero, en los Estados Unidos en otra parte [sic]. Debido a los intereses norteamericanos prevalecientes, la consecuencia sería, me temo, que pronto México tendría un gobierno aún más autoritario, y un control aún más rígido sobre su actividad política, que los actuales. De hecho, lo que pronto sucedería, es que México se convertiría en una especie de enorme Guatemala. En pocas palabras, ignorar la existencia de los Estados Unidos, y pedir un régimen muy liberal en México es, me parece, invitar a la guatemalización de México.
John Womack, pronunció estas palabras en 1971, vigente todavía el priismo posclásico. No tenía ni idea de lo que sería el panismo. Lo curioso es que entonces como ahora se recurra a la experiencia de otros países que, se supone, viven procesos aún más dramáticos y violentos. para calificar lo que sucede en México. Al ver que las predicciones de Womack se han cumplido y con creces habría que empezar a pensar que México no se "guatemalizó" ni se "colombianizó", sino que se hizo más México. Se mexicanizó.
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